La terapia online tiene la misma eficacia y cercanía que la terapia presencial.

Cuando empiezas un proceso terapéutico lo fundamental es que notes un buen vínculo con tu profesional, si te sientes cómodo sabrás que está ahí. Las herramientas y técnicas que usaré son las mismas que en un espacio presencial. También se ha demostrado que los resultados de ir al psicólogo online son igual de eficaces que los obtenidos en la terapia presencial.

¿Qué necesitarás para las sesiones online?

Estarás acompañado para construir la realidad que te mereces.

Trabajarás la claridad emocional para tomar decisiones desde la coherencia interna.

Tu privacidad está protegida en cada sesión.

Terapia online cómoda, sin traslados ni interrupciones. Solo necesitas un espacio tranquilo y conexión.

Adapto las sesiones a tu rutina, tú eliges cuándo y cómo conectarte.

Trabajarás con objetivos claros y herramientas prácticas.

¿Cómo funciona?

Te escribiré para facilitarte en enlace de la sesión por Meets o Skype. Además te haré llegar un formulario de protección de datos que deberás firmar y devolverme.
El pago de la sesión se hará por Bizum mínimo 24 horas antes de la consulta. La duración de la sesión será de 45 a 60 minutos.
Durante la primera sesión definimos el problema o la dificultad, y te digo cómo puedo ayudarte. A menudo, el desbloqueo de la situación se produce incluso en esta primera sesión.
Entre la 2ª y 5ª sesión desbloquearás tu situación de malestar y generarás el cambio de percepción que necesitas. Este desbloqueo lo producirás a partir de técnicas específicas que aplicaremos a tu dificultad o trastorno en función del protocolo que paute la terapia breve estratégica. Las sesiones son quincenales, y en cada una de ellas evaluaremos tu progreso y reajustaremos los objetivos
A partir de la 6ª sesión convertirás el cambio de percepción en un aprendizaje duradero. Para ello, sesión tras sesión, evaluaremos tus avances a la hora de construir un estado de equilibrio estable y funcional a la hora de gestionar la realidad. Los encuentros dejan de ser quincenales y, progresivamente, los iremos espaciando en el tiempo (mensuales, bimensuales, trimestrales, etc.).